FISIOTERÀPIA • OSTEOPATIA • MEDICINA TRADICIONAL XINESA

jueves, 3 de junio de 2010

El derecho a sentir (versión español)

Hay mujeres y hombres que sienten pena, pero sienten que no tienen derecho a expresarlas porque siempre hay otra persona con alguna pena más grande. ¿Es que existen penas grandes y pequeñas? ¿Es que hay personas con mas derecho que otras a sentir pena?.
Hay hombres que no pueden llorar. Cuando eran niños les dijeron que llorar era de niñas. ¿En dónde guardan aquellas lágrimas?
Hay mujeres que no se atreven a reír, porque la risa es ruidosa. ¡Qué pena no compartir la risa!
Hay personas que no se permiten disfrutar de la vida, porque aprendieron que la vida es difícil. ¡Qué lástima cerrarse a la belleza de vivir o de la vida!
Hay hombres que están enamorados, pero les da vergüenza…¡enamorarse a su edad!, ¿es que el amor tiene edad?.
Hay personas que sienten solas y alguien les dice que no se quejen que tienen a su familia. ¿Es que tener personas a nuestro alrededor evita que nos invada la soledad?
Hay hombres que creen que tienen que ser siempre valientes y a veces se sienten frágiles y vulnerables. ¿Es que están fallando?-

¿De qué nos hablan estas preguntas?, ¿qué nos dicen de las emociones?

Nos hablan de maneras de pensar, actitudes frente a la vida, formas de estar, mirar, vivir y de valores que hemos aprendido y que nos dificultan nuestra manera de experimentar y gestionar nuestras emociones.
Nos hablan de la influencia de los mensajes que recibimos de otr@s durante años y de la educación recibida, de lo que hemos visto y aprendido como “normal”, del qué dirán l@s otr@s. Estas frases reflejan que creer que hay sentimientos propios de mujeres o de hombres, de una edad, de una circunstancia, no nos ayuda a entender y expresar lo que nos pasa.
Expresar los sentimentos depenendiendo de l@s otr@s, de lo que sienten,les pasa o bien dependiendo de lo que se considera “adecuado” en una determinada situación, limita nuestro derecho individual a sentir. A veces son las otras personas las que no permiten que nos sintamos como nos sentimos, ya sea porque no lo entienden, les angustia, no saben qué hacer.
Todo esto reduce nuestro mundo emocional, invalida algunos sentimientos y la posibilidad de expresarlos.
De esta manera podemos llegar a lo que se denomina analfabetismo emocional. Sentimos, pero tenemos bloqueada la capacidad de expresarlo (por ejemplo se nos queda contenida la rabia en la garganta) o podemos incluso, llegar al punto en que no somos capaces de saber lo que sentimos en situaciones, frente a otras personas, y así quedar limitado el acceso a nosotr@s mism@s, lo que puede causarnos dificultades en nuestras relaciones con las demás personas.

Los sentimientos existen. Los sentimientos son inherentes a nuestra condición humana y tienen un mensaje que nos ayuda a guiar nuestras acciones y decisiones y nuestro camino; si los escuchamos podemos reconocer nuestras necesidades, además nos dicen que evitar, que nos hace sentir bien, en que tenemos que cuidarnos. Por lo tanto, no hay sentimientos positivos ni negativos, ya que todos los sentimientos tienen un sentido y su razón de ser. A veces experiementamos sentimientos que parecen contradictorios, por ejemplo, cuando una cosa nos causa ilusión pero también miedo, respeto. Diferentes sentimientos pueden aparecer a la vez y necesitamos acepatarlos como son y ver que nos dicen.

Cada un@ tiene su forma particular de vivir y expresar sus emociones. Es muy importante conocer nuestra forma de ser para poder gestionar con más facilidad nuestras emociones y también entender las maneras en que lo hacen l@s otr@s.

Las emociones son los colores de la vida, dan color a las situaciones que vivimos. Colores vivos, fuertes, transparentes, color que una persona ve azul y la otra verde, que a una le agrada y la otra la deja indiferente.

Los sentimientos pasan en nuestro cuerpo en forma de sensaciones
. Los nervios en la panza, el nudo en la garganta, el corazón que se acelera de emoción, por lo que prestar atención al cuerpo y sus sensaciones nos permite darles una espacio para sentirlas. Respirar ayuda a abrir este espacio en nuestro cuerpo para que transiten y continuen sus proceso natural y no se queden estancadas, enquistadas en nuestro cuerpo. También es necesario revisar si necesitamos expresar nuestra emoción, cómo y con quién compartirla.

Estamos tan poco acostumbrad@s a compartir nuestras emociones con otras personas, que con frecuencia nos resulta incómodo cuando alguien se expresa; no sabemos que hacer cuando alguien llora. Puede sorprendernos saber que lo que ayuda en estas situaciones puede ser tan sencillo y profundo como escuchar y acompañar a al otr@. Recordemos como nos sentimos cuando hemos podido compartir lo que sentíamos y nos escucharon con atención, interés y sin juicio.

¡Y es que luchamos por tanto derechos y puede ser que aún nos falta recuperar un derecho esencial, nuestro derecho a sentir!

Isolda Cárdenas Eguiluz
Psicóloga y risoterapeuta
Centre de salut i fisioterapia Espleni

Laura Coll i Planas
Médica investigadora
Institut de l'Envelliment de la Universitat Autònoma de Barcelona.

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo en lo que decis.

    Muy claramente expresado y cierto.

    Felicidades.

    David Matamoros

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