FISIOTERÀPIA • OSTEOPATIA • MEDICINA TRADICIONAL XINESA

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Volver a un@ mism@

Esta época de fiestas suele ser movilizadora para la mayoría de las personas; el deseo o no de reunirse con la familia y amigos, la sensación de sentirse solo o sola, los planes para el próximo año, que son una forma de hacer una revisión de nuestra vida, la añoranza de la infancia o tiempos pasados.

Alrededor de estas fiestas hay un sentido religioso y/o espiritual y también uno comercial y aunque cada persona lo vive de forma diferente, como sociedad se nos invita, induce a consumir.

Suelen ser fechas de no parar, entre cenas, compras, viajes, fiestas y en este no parar, solemos alejarnos de nosotr@s mism@s, dejamos de escucharnos.

La reflexión que me surge y comparto es la siguiente: podríamos darnos la posibilidad de detenernos a reflexionar: cómo quiero yo pasar estas fiestas, no los medios de comunicación, ni la inercia de la sociedad. ¿Qué quiero para mí y con las otras personas, ¿qué sentido tienen para mí estás fiestas?.

Volver a un@ mism@ para reencontranos con el sentido que tiene para nosotr@s estas épocas de fiestas, es un camino que vale la pena transitar en tiempos en que la inercia del afuera es fuerte.

Por: Isolda Cárdenas Eguiluz.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Fluir de la energía sexual

Sin el sentimiento de la sexualidad en el cuerpo
no hay danza, ni música, ni poesía.
Alexander Lowen

Los “problemas sexuales” son un tema recurrente dentro de los consultorios psicoterapéuticos, no intentaré detallar qué es un problema sexual, simplemente puede entenderse como una situación que afecta y deja a una persona o a una pareja con una sensación de malestar o de necesidad de que hay “algo” en su vida sexual que debe modificarse.

Esta realidad tiene su origen en múltiples factores, sin duda uno de los más relevantes es lo que aprendemos mujeres y hombres desde el principio de nuestras vidas alrededor de la sexualidad y más específicamente sobre el cuerpo y nuestros órganos sexuales.

Algunos ejemplos: las niñas y los niños aprenden a nombrar las distintas partes de su cuerpo desde que son capaces de hablar, pero con mucha frecuencia se omite nombrar los órganos sexuales. En la mayoría de las familias aún hoy en día, a los órganos sexuales no se les llama por su nombre, se habla de ésta parte del cuerpo sólo cuando es indispensable y aún hoy en día, muchas madres y padres de familia reconocen sentir incomodidad y vergüenza cuando hablan con sus hijas o hijos de temas sexuales.

Lo que aprendemos mujeres y hombres al respecto es distinto, a las mujeres se nos ha negado de manera más directa el derecho al placer, se nos presiona a ejercer nuestra sexualidad sólo bajo ciertas condiciones e incluso la carga social de “suciedad” que reciben los órganos sexuales femeninos, facilita que las mujeres vivamos una sexualidad con más vergüenza y miedo. Por otra parte, los hombres han tenido más permiso de experimentar excitación y placer sexual, de tomar la iniciativa y de llevar la batuta en el tema de pareja, esto por supuesto les da mayor poder y eso ya es una ventaja, sin embargo, para muchos hombres, sentir el peso de la responsabilidad de que todo marche adecuadamente en cuestión sexual dentro de su pareja, se convierte también en una razón de bloqueo y dificultad para el fluir de la energía sexual.

Estos son solamente algunos aprendizajes más o menos generalizados.

¿Cómo obstaculizamos el fluir de la energía sexual?
Es importante cambiar la idea de que nuestra sexualidad se encuentra ubicada únicamente en la pelvis y en los órganos sexuales; la sexualidad está en todo el cuerpo, en nuestra piel, en nuestros músculos y nos entra por los sentidos, dándonos la posibilidad de experimentar placer de manera integral. Para trabajar con el desbloqueo de la energía sexual es necesario trabajar con todo el cuerpo y con nuestra capacidad de estar en contacto con nuestras sensaciones de excitación y placer y con nuestra capacidad de crear intimidad.

Nuestros aprendizajes y estilos de vida van creando tensiones en nuestro cuerpo que obstaculizan el fluir de la energía sexual, desde cortar nuestra respiración hasta tensar nuestros músculos de manera que perdemos paulatinamente las sensaciones, la movilidad y la vitalidad. La respiración completa llega hasta la pelvis, si respiramos profundamente, el movimiento natural involucra nuestro pecho, tórax, abdomen y hasta nuestra pelvis, sin embargo, las exigencias y tensiones de la vida hacen que cortemos la respiración, es decir tomemos menos aire, respiremos de modo más superficial, lo que corta también el fluir de la energía hacia nuestra pelvis y órganos sexuales y esto afecta de manera negativa la vivencia de nuestra sexualidad.

Algunos síntomas frecuentes relacionados con el bloqueo de la energía sexual son los dolores en la espalda al nivel del sacro o las lumbares; es innegable que ésta es una parte de nuestro cuerpo en la que solemos guardar tensión. Lowen explica esta situación diciendo que se debe a que la pelvis y la cadera son el punto de encuentro de las tensiones que vienen desde debajo de nuestro cuerpo, tensión relacionada con la falta de arraigo y con unas rodillas demasiado estiradas y la tensión que viene de la parte superior de nuestro cuerpo que se relaciona con las presiones que vivimos cotidianamente, conflictos con la autoridad, obligaciones y cargas tato físicas como psicológicas. También asegura que la rigidez en la espalda “denota una resistencia a rendirse o a darse por vencido”, si hablamos de un encuentro sexual, esta resistencia puede realmente ser un obstáculo ya que impide que las personas se abandonen al deseo sexual y a la experiencia, les hace cuidarse mientras se relacionan; gastan energía en negar su miedo, su vulnerabilidad o su necesidad de amor y esto les hace imposible lograr la fusión con la otra o el otro y como consecuencia dejan de sentir el propio placer.

¿Qué podemos hacer para facilitar el fluir de la energía sexual?
El primer paso es conocer nuestro cuerpo profundamente, estar en contacto constante con nuestras sensaciones y emociones.

Trabajar con la respiración, procurando hacerla lo más completa posible, de manera que el movimiento provocado de manera natural por la entrada y salida del aire, alcance a mover desde nuestro pecho hasta nuestra pelvis, en un movimiento circular, suave y cadencioso.

Para la bioenergética es de suma importancia que estemos conscientes de la posición de nuestras rodillas y evitemos tensarlas, de manera que estarán todo el tiempo un poco flexionadas, lo que relajará la tensión del cuerpo en general.

En el artículo correspondiente al mes de octubre se hace la descripción de ejercicios que son de gran utilidad para avanzar en el trabajo de desbloqueo de la energía sexual.

Tal vez una recomendación más complicada, pero que nos llevará a un viaje que bien vale la pena recorrer es, hacer una revisión profunda de lo que aprendimos acerca de nuestra sexualidad, de las ideas, creencias, emociones y sensaciones alrededor de cómo la vivimos y de cómo queremos vivirla ahora.

Mónica Gamboa Suárez
Psicóloga, sexóloga y psicoterapeuta corporal

México, Distrito Federal

martes, 5 de octubre de 2010

Mover la cadera o pelvis: encender la caldera de nuestro cuerpo.

La salud de nuestro organismo depende, entre otras cosas, de la buena circulación de la energía en nuestro cuerpo. Salud no es la mera ausencia de enfermedad, sino la condición de estar plenamente viv@s; con un cuerpo que vibra y siente. Por energía nos referimos a energía física, a la que el yoga llama prana.

Nuestra pelvis y zona lumbar se encargan de que circule y se distribuya la energía en nuestro cuerpo, para ello necesitan movilidad, movimiento, pero al igual que ocurre con nuestros pies, nos desconectamos de esta parte de nuestro cuerpo, que es más instintiva y dejamos de moverla, con el tiempo se va rigidizando. En nuestra sociedad esto se acentúa más en los hombres, ya que el movimiento libre de la pelvis y la cadera suele asociarse a las mujeres, a lo femenino.

La rigidez, el atascamiento de la energía en esta zona genera dolores lumbares problemas de discos, ciática, rodillas y pies planos y también problemas en nuestra sexualidad. Especialmente limita nuestra capacidad de disfrutar de las cosas de la vida, nuestra capacidad de apasionarnos por todo lo que hacemos.

Hombres y mujeres necesitamos recuperar, apropiarnos de este potencial, ya que cuando esta zona tiene movilidad y la energía circula libremente, podemos disfrutar de una sexualidad placentera, alegre, sana; de relaciones afectivas que nos enriquecen y sentir alegría, calor, placer y disfrutar de todos los aspectos de la vida diaria.

¿Qué podemos hacer para relajar nuestra pelvis y movilizar la energía de esta zona?

• Saber que la expresión corporal es la mejor manera de movilizar la energía y la música y la danza son recursos útiles para expresarnos.
Cuando estés de pie, en posición de enraizamiento, cuida que tu pelvis caiga hacia el suelo, que no esté hacia fuera; “sacando culo”, porque esto genera tensión constante.
• Tendid@ de espaldas sobre una manta o alfombra, con las rodillas dobladas y las plantas de los pies apoyadas en el suelo, balancea la pelvis hacia atrás y adelante (como si dijeras que si con la pelvis).
Rebote de pelvis. En la misma posición golpea suavemente tu zona sacra posterior contra el suelo, levantándola y bajándola. Juega con ese movimiento, que sea placentero no agresivo, ya que es para aflojar, energetizar y disfrutar.
Danzar, moverse libremente con música cadenciosas que estimulen la sensualidad, la alegría, preferentemente brasileñas, árabes, caribeña. Cerrar lo ojos puede ayudarte a sentir tu cuerpo, tus sensaciones y a dejarte llevar. Deja que tu cuerpo se mueva sin pensar en pasos, en si sabes o no bailar.
Danzar para relajar la pelvis. Con el mismo tipo de música que tenga algo de percusión. Relaja el cuerpo y marca el ritmo sólo con tus caderas; moviendo la pelvis adelante y atrás. También puedes mover la pelvis en movimiento rotatorios, hacia una dirección y luego hacia otra. Y luego moverla haciendo una figura de ocho alargada.

Artículo adaptado de los libros:
Sanz, F. Psicoerotismo femenino y masculino. Cairos
Lowen, A. Bioenergética. Sirio
Material bibliográfico de la formación: Cuerpo, energía y transformación. Instituto Gestalt Barcelona.

viernes, 16 de julio de 2010

Con los pies en la tierra

Inmersos en una sociedad que ha privilegiado el desarrollo de capacidades intelectuales, hemos deshabitado nuestro cuerpo. Utilizándolo únicamente nuestra cabeza para conocer el mundo, hemos abandonado la parte inferior de nuestro cuerpo, especialmente nuestros pies que son nuestras raíces, nos conectan con la tierra que nos sostiene y alimenta.

Pasamos la mayor parte del tiempo sin tocar el suelo, metid@s en zapatos puntiagudos, estrechos, de tacón, que obedecen a modas y que aprisionan nuestros pies, pues nada tienen que ver con la forma anatómica de éstos y limitan su movimiento.

Herimos nuestras raíces, deformando nuestros pies, olvidando que en éstos se multiplican nuestros huesos, vasos sanguíneos, nervios y que todos los órganos del cuerpo se proyectan en la planta de nuestros pies. ¿Cómo no sentirnos incómodos, inestables, ansiosos, si estamos suspendidos en el aire, por encima del suelo sin poder apoyar la planta de los pies? la mayoría de las personas sufrimos de los pies y por tanto de nuestro cuerpomente.

El contacto de nuestros pies y piernas con la tierra nos permite descargar tensiones, bajar de la nube de pensamientos y preocupaciones y cargarnos de energía para que nuestro cuerpo esté más equilibrado, más enderezado y firme.

Si estamos enraizados es más fácil estar en contacto con la realidad, más atent@s en el aquí y ahora, dinámic@s. Nos es más fácil “saber quien soy y que espacio ocupo”, sentirnos más segur@s. El enraizamiento se relaciona con un sentimiento de confianza básica; “confío en que me apoyo y sostengo a mi mism@ y también confío en el vida.

Además, entre más en contacto están mis pies con el suelo, más profunda será mi respiración.

¿Qué podemos hacer para tener un mejor contacto con el suelo, para tener un mayor enraizamiento?

• Saber que los pies no necesitan soportes artificiales, lo que necesitan para su desarrollo perfecto es la libertad total de movimiento, sobre todo cuando de bebé se empieza a caminar.
• Ir descalz@ la mayor parte del tiempo posible; en casa, en los jardines, la playa, en terrenos con piedrecitas (evitar las baldosas y el asfalto), ya que esto es un masaje completísimo para el cuerpo y sus vísceras.
• Al estar de pie, pisar de forma que todo el pie toque el suelo: a) el talón tiene que apoyarse, al igual que la parte externa del pie. b) los cinco dedos de los pies deben tocar y apoyarse en el suelo, abiertos como un abanico. De esta forma se favorece el arco interno.
• Al estar de pie mantener las rodillas ligeramente flexionadas, ya que son las que amortiguan el peso. Al bloquearlas se rigidaza toda la parte inferior del cuerpo y la presión de la gravedad recae sobre la parte baja de la espalda, estresándola.
• Al estar de pie, mantener las piernas y los pies al ancho de las caderas, para que el peso del cuerpo se reparta en cada pierna.
• Usar un calzado que se adapte al pie y no al revés: que sea ancho y permita la amplitud y movilidad de los dedos de los pies. El calzado tiene que ir bien sujeto al pie y no al revés, porque esto estresa la musculatura del pie y la pierna. De igual forma, los tacones al desequilibrar nuestro cuerpo, hacen que aumenten nuestras curvas filológicas, provocando patologías en la columna.
• Darse un masaje largo en los pies con una pelota pequeña de plástico duro o madera, para suavizar la tensión de los músculos y tendones de la planta del pie y de toda la parte posterior de cuerpo.

En nuestro día a día podemos ayudarnos a enraizarnos, si procuramos tener conciencia de nuestro cuerpo y tratamos estar de pie de la forma descrita anteriormente cuando cocinamos, compramos, hacemos cola para entrar al cine, en la calle, etc. Con esta forma de estar de pie vamos corrigiendo también malos hábitos posturales.

Artículo adaptado de los libros y de nuestra experiencia personal y profesional:

Lowen, A. Bioenergética. Sirio
Munné, A. La evidencia del cuerpo. Paidós
Bertherat, T. Las estaciones del cuerpo. Paidós.
Bailey, M.. Artículo: “El arraigo”. Instituto humanista de psicoterapia corporal.

jueves, 3 de junio de 2010

El derecho a sentir (versión español)

Hay mujeres y hombres que sienten pena, pero sienten que no tienen derecho a expresarlas porque siempre hay otra persona con alguna pena más grande. ¿Es que existen penas grandes y pequeñas? ¿Es que hay personas con mas derecho que otras a sentir pena?.
Hay hombres que no pueden llorar. Cuando eran niños les dijeron que llorar era de niñas. ¿En dónde guardan aquellas lágrimas?
Hay mujeres que no se atreven a reír, porque la risa es ruidosa. ¡Qué pena no compartir la risa!
Hay personas que no se permiten disfrutar de la vida, porque aprendieron que la vida es difícil. ¡Qué lástima cerrarse a la belleza de vivir o de la vida!
Hay hombres que están enamorados, pero les da vergüenza…¡enamorarse a su edad!, ¿es que el amor tiene edad?.
Hay personas que sienten solas y alguien les dice que no se quejen que tienen a su familia. ¿Es que tener personas a nuestro alrededor evita que nos invada la soledad?
Hay hombres que creen que tienen que ser siempre valientes y a veces se sienten frágiles y vulnerables. ¿Es que están fallando?-

¿De qué nos hablan estas preguntas?, ¿qué nos dicen de las emociones?

Nos hablan de maneras de pensar, actitudes frente a la vida, formas de estar, mirar, vivir y de valores que hemos aprendido y que nos dificultan nuestra manera de experimentar y gestionar nuestras emociones.
Nos hablan de la influencia de los mensajes que recibimos de otr@s durante años y de la educación recibida, de lo que hemos visto y aprendido como “normal”, del qué dirán l@s otr@s. Estas frases reflejan que creer que hay sentimientos propios de mujeres o de hombres, de una edad, de una circunstancia, no nos ayuda a entender y expresar lo que nos pasa.
Expresar los sentimentos depenendiendo de l@s otr@s, de lo que sienten,les pasa o bien dependiendo de lo que se considera “adecuado” en una determinada situación, limita nuestro derecho individual a sentir. A veces son las otras personas las que no permiten que nos sintamos como nos sentimos, ya sea porque no lo entienden, les angustia, no saben qué hacer.
Todo esto reduce nuestro mundo emocional, invalida algunos sentimientos y la posibilidad de expresarlos.
De esta manera podemos llegar a lo que se denomina analfabetismo emocional. Sentimos, pero tenemos bloqueada la capacidad de expresarlo (por ejemplo se nos queda contenida la rabia en la garganta) o podemos incluso, llegar al punto en que no somos capaces de saber lo que sentimos en situaciones, frente a otras personas, y así quedar limitado el acceso a nosotr@s mism@s, lo que puede causarnos dificultades en nuestras relaciones con las demás personas.

Los sentimientos existen. Los sentimientos son inherentes a nuestra condición humana y tienen un mensaje que nos ayuda a guiar nuestras acciones y decisiones y nuestro camino; si los escuchamos podemos reconocer nuestras necesidades, además nos dicen que evitar, que nos hace sentir bien, en que tenemos que cuidarnos. Por lo tanto, no hay sentimientos positivos ni negativos, ya que todos los sentimientos tienen un sentido y su razón de ser. A veces experiementamos sentimientos que parecen contradictorios, por ejemplo, cuando una cosa nos causa ilusión pero también miedo, respeto. Diferentes sentimientos pueden aparecer a la vez y necesitamos acepatarlos como son y ver que nos dicen.

Cada un@ tiene su forma particular de vivir y expresar sus emociones. Es muy importante conocer nuestra forma de ser para poder gestionar con más facilidad nuestras emociones y también entender las maneras en que lo hacen l@s otr@s.

Las emociones son los colores de la vida, dan color a las situaciones que vivimos. Colores vivos, fuertes, transparentes, color que una persona ve azul y la otra verde, que a una le agrada y la otra la deja indiferente.

Los sentimientos pasan en nuestro cuerpo en forma de sensaciones
. Los nervios en la panza, el nudo en la garganta, el corazón que se acelera de emoción, por lo que prestar atención al cuerpo y sus sensaciones nos permite darles una espacio para sentirlas. Respirar ayuda a abrir este espacio en nuestro cuerpo para que transiten y continuen sus proceso natural y no se queden estancadas, enquistadas en nuestro cuerpo. También es necesario revisar si necesitamos expresar nuestra emoción, cómo y con quién compartirla.

Estamos tan poco acostumbrad@s a compartir nuestras emociones con otras personas, que con frecuencia nos resulta incómodo cuando alguien se expresa; no sabemos que hacer cuando alguien llora. Puede sorprendernos saber que lo que ayuda en estas situaciones puede ser tan sencillo y profundo como escuchar y acompañar a al otr@. Recordemos como nos sentimos cuando hemos podido compartir lo que sentíamos y nos escucharon con atención, interés y sin juicio.

¡Y es que luchamos por tanto derechos y puede ser que aún nos falta recuperar un derecho esencial, nuestro derecho a sentir!

Isolda Cárdenas Eguiluz
Psicóloga y risoterapeuta
Centre de salut i fisioterapia Espleni

Laura Coll i Planas
Médica investigadora
Institut de l'Envelliment de la Universitat Autònoma de Barcelona.

El dret a sentir (versió català)

Hi ha homes i dones que tenen penes. Però senten que no tenen dret a expressar-les perquè sempre hi ha algú altre amb una pena més gran. És que hi ha penes grans i petites? És que hi ha persones amb més dret que altres a sentir pena?
Hi ha homes que no poden plorar. Quan eren petits els hi van dir que plorar era de nenes. On deuen guardar les llàgrimes?
Hi ha dones que no es poden enfadar perquè no van veure mai la seva mare enfadar-se a casa. Què en deuen fer de la seva ràbia?
Hi ha dones que no s’atreveixen a riure perquè al riure es fa soroll. Quina pena no compartir les rialles!
Hi ha persones que no es permeten gaudir de la vida perquè van aprendre que la vida és difícil. Quina llàstima tancar-se a la bellesa de viure!
Hi ha homes que estan enamorats però els hi fa vergonya dir-ho... enamorats a la seva edat! És que l’amor té edat?
Hi ha persones que se senten soles, i algú els diu que no es queixin, que tenen a la seva família. És que tenir persones al voltant evita que ens envaeixi la solitud?
Hi ha homes que creuen que han de ser sempre valents i a vegades se senten fràgils, vulnerables. És que estan fallant?

De què parlen totes aquestes preguntes? Què ens diuen de les emocions?
Ens parlen de maneres de pensar, d’actituds cap a la vida, de formes d’estar, de mirar, de viure, i de valors que hem après que ens dificulten la nostra manera de viure i tractar les nostres emocions.
Ens parlen de la influència dels missatges que hem rebut dels altres anys i anys, de la influència de l’educació rebuda, del que hem vist, del que hem après com a “normal”, de què diran els altres. Aquestes frases reflecteixen que considerar que hi ha sentiments propis d’una edat, propis d’homes o de dones, no ens ajuden a entendre i expressar el que ens passa.
Expressar els sentiments depenent dels altres, del que els altres senten, del que expressen, del que els passa o bé depenent del que es considera “adequat” en una determinada situació, ens treu el dret individual a sentir. I també a vegades els altres no permeten que ens sentim com ens sentim, potser perquè no ho entenen.
Tot això limita, redueix, el nostre món emocional, invalida alguns sentiments i la possibilitat d’expressar-los.
Així doncs, podem arribar fins i tot al anomenat analfabetisme emocional. Sentim però tenim bloquejada la capacitat d’expressar (per exemple se’n queda la ràbia a la gola) o podem fins i tot arribar al punt que no som capaços ni de saber el que sentim en situacions, amb altres persones... I queda tallat el nostre accés a nosaltres mateixos causant entrebancs en les nostres relacions amb els altres.

Tot i això, els sentiments existeixen. Els sentiments són inherents a la nostra condició humana, i tenen un missatge, ens ajuden a guiar les nostres decisions i accions, el nostre camí, ens diuen què hem d’evitar, en què ens hem de cuidar, què ens fa sentir bé. Per tant, no hi ha sentiments positius ni negatius, ja que tots els sentiments tenen un sentit, la seva raó de ser. A vegades tenim sentiments que semblen contradictoris, per exemple quan una cosa que ens passa ens fa molta il•lusió però també por, respecte. I és que diferents sentiments poden aparèixer a la vegada i cal acceptar-los així i veure què hi ha darrera.

Cadascú té la seva manera individual de viure i expressar les seves emocions. És molt important conèixer la nostra manera particular de ser per poder tractar amb més facilitat els sentiments i també entendre les maneres singulars que tenen els altres de fer-ho.

Les emocions són els colors de la vida, donen color a les situacions que ens passen. Colors vius, colors forts, colors transparents, colors que una persona veu blau i l’altra verd, que a una li agraden i a l’altra la deixen indiferent.

Els sentiments passen en el nostre cos en forma de sensacions. Els nervis a la panxa, un neguit al pit, el cor que s’accelera, el tremolar d’emoció. Cal posar doncs atenció al cos i a les sensacions permetent donar-les-hi un espai per sentir-les. Respirar ajuda a obrir aquest espai en el nostre cos per a què transitin, continuïn el seu procés natural i no es quedin estancades. També cal veure si ens cal expressar les emocions, com i amb qui compartir-les.

I és que davant la falta de costum de compartir les emocions amb els altres, sovint ens resulta incòmode quan algú s’expressa, no sabem què fer quan algú plora i ens pot sorprendre saber que el que cal fer en aquestes situacions pot ser tan senzill i profund com escoltar i acompanyar a l’altre. Recordem com ens hem sentit quan hem pogut compartir el que sentíem!

I és que tants drets com tenim i assolim, potser encara ens cal recuperar el dret a sentir!

Isolda Cárdenas Eguiluz
Psicòloga i risoterapeuta
Centre de salut i fisioterapia Espleni

Laura Coll i Planas
Metgessa investigadora
Institut de l'Envelliment de la Universitat Autònoma de Barcelona.

Article publicat a la revista de el Casal de la Gent Gran de Cardedeu decembre 2008

martes, 4 de mayo de 2010

Claves para respirar más y mejor

El mes pasado hablamos de la importancia que tiene la respiración en nuestra salud física y emocional y compartimos unas primeras claves para comenzar a conocer nuestra respiración, en este artículo ampliamos los recursos para respirar mejor.

Recuerda que mediante la expiración (vaciar los pulmones) nuestro cuerpo se limpia; saca toxinas y descarga los lastres emocionales, mientras que con la inspiración (llenar los pulmones), se energetiza; recoge y acumula energía vital.

No aprendemos a respirar, ya que se trata de una acción involuntaria e inconsciente y que hacemos desde el nacimiento, pero sí podemos hacer uso de nuestra voluntad para regularla y dirigirla conscientemente. Algunas claves básicas para abrir, ampliar nuestra respiración son:

a)Hay que estar dispuest@.

Para respirar de modo profundo es necesario que no haya impedimentos en la libre entrada y salida de aire, para ello has de estar dispuest@ a abrir tus espacios interiores obturados por crispaciones musculares y emocionales acumuladas; abrir tú corazón para devolverle a tu cuerpo su completa y perseverante ventilación.

b)No es conveniente que hagas inspiraciones profundas.

Respirar profundamente no es llenar los pulmones a presión, porque cuando haces esto, se desplaza la parte inferior del tórax hacia adelante y hacia arriba, dando una falsa impresión de amplitud. Lo que realmente sucede es que los músculos de la espalda involucrados en la respiración se contaren constantemente, perjudicando la estabilidad y aplomo de la columna y el diafragma tiende a bloquearse en inspiración

Respirar profundamente quiere decir que es toda la persona la que respira, no sólo sus pulmones

c)Pon énfasis en la exhalación (sacar el aire).

Observa que hablar, gritar, cantar, soplar, silbar, llorar, reír, lo hacemos sacando aire nunca cogiéndolo.

Procura no quedarte en inhalación, no retener el aire, deja salir el aire acumulado en tus pulmones de forma natural y sencilla, sin forzar. Cuanto más aire te salga más aire te entrará. Nunca es posible al revés. Deja (te puede ayudar visualizar) que tu respiración resbale suavemente por detrás del tórax, la cintura, los hombros y viceversa. Mantener la boca abierta al exhalar, te puede ayudar a emitir sonidos, expresar emociones, soltar tensiones. Así se afloja toda la parte de atrás del cuerpo, se deshacen los nudos.

d)Permítete el suspiro y bostezo espontáneo.

El cuerpo busca regular los desequilibrios en la inhalación-exhalación mediante el suspiro, limpiador espontáneo y el bostezo; respiración energetizante espontánea. Por ello es necesario que te permitas suspirar y bostezar, pues muchas veces para mantener las costumbres de la “buena educación” cortamos estos reguladores naturales.

e)Date un tiempo para hacer respiraciones completas.

El ciclo completo de la respiración consta de tres períodos: 1) inspiración (coger aire), 2) expiración (sacar aire) 3) pausa (tiempo muy corto de asimilación). En la respiración natural (bebes) el tiempo de expiración es el doble de tiempo de la inspiración.
Sentad@ en una silla o acostad@ de espaldas al suelo, cierra lo ojos, ponte en contacto con tu respiración; no la modifiques, sólo lleva tu atención a ésta. Date un tiempo para sentirla (observa que sucede). Después cuando expires; cuenta el tiempo que te lleva hacerlo. En tu próxima inhalación, cuenta la mitad del tiempo: Ejemplo: si cuentas hasta cuatro al sacar el aire, cuenta hasta dos al cogerlo. No lo hagas discontinuamente, hazlo suave, armónicamente y como un fluido continuo. Así la pausa (tercer período del ciclo) se dará naturalmente, no la busques, no detengas tu respiración.

e)Evita el bloqueo respiratorio.

Recuerda que el miedo y la angustia, entre otros factores, nos impiden desarrollar una respiración completa, causando así bloqueos respiratorios que provocan un desajuste en el ritmo y profundidad de la respiración. Para evitarlos puedes hacer respiraciones completas (siguiendo los puntos anteriores) y también ayudarte con exhalaciones; sacando sonido con la boca abierta. Estas exhalaciones también te ayudaran a liberar tensiones físicas y emocionales.

Por último, recuerda que la alegría, la risa y el contacto físico con otras personas estimulan nuestra respiración completa, de forma espontánea, date un tiempo para experimentarlo en tu vida cotidiana y observa si esto te sucede.


Texto adaptado del libro “La evidencia del cuerpo”de A. Muné (creador de la microgimnasia)y del libro “Psicoerotismo femenino y masculino”de F. Sanz (creadora de la Terapia de Reencuentro

jueves, 8 de abril de 2010

Respirar es sentir

La respiración es la pulsación básica de la vida. Se sabe que se vive porque se respira; es lo primero que hace un bebé al nacer. Es la expansión contracción básica del cuerpo. Es un mecanismo de regulación de los sistemas del cuerpo humano. Es la base de la experiencia de vivir.

Respirar renueva nuestro organismo, lo alimenta, limpia y energetiza. Respirar profundo es estar muy viv@.

Un cuerpo sano y vibrante respira con profundidad. En un cuerpo enfermo o con detenimiento en su desarrollo físico o psicológico, la respiración es pobre de manera crónica, causando también una tensión crónica muscular.

Los problemas de respiración pobre están relacionados con síntomas como: irritabilidad, ansiedad, fatiga, falta de concentración, ataques asmáticos, alergias, ahogos, entre otros.

Hay una interrelación entre respiración y emoción, por eso se dice que respirar es sentir. Respiramos de una u otra forma en relación a nuestras emociones. Por ejemplo: cuando nos sentimos alegres nuestra respiración es más amplia, profunda, o bien, contenemos la respiración cuando nos asustamos. También nuestra respiración varía de acuerdo a las actividades que realizamos.

Si respirar es estar vivos, ¿por qué nos cuesta tanto trabajo hacerlo bien y de manera natural? A lo largo de nuestra vida hay emociones, sensaciones, y vivencias que no queremos o tememos sentir, para protegernos contenemos nuestra respiración, así vamos deteniendo el funcionamiento natural de ésta, incluso llegamos a hacerlo de manera crónica, sin ser conscientes de ello.

Además con el estrés que nos genera la vida cotidiana, tensamos el cuerpo y bloqueamos nuestra respiración.

De acuerdo a su historia, su carácter, algunas personas inhalan más de lo que exhalan y otras, exhalan más de lo que inhalan.

Cuando estos factores afectan nuestra respiración, en lugar de tener una respiración completa como la de l@s bebés y los animales, la respiración se vuelve parcial, es decir el aire sólo llega a las clavículas, o al tórax o al abdomen, lo cual varía en cada persona.

Establecer un patrón estable de respiración (que implica respirar completamente, ocupando todo nuestro espacio interior; y equilibrar nuestra respiración entre exhalar e inhalar) nos ayuda a gestionar nuestras emociones, desarrollar más nuestra conciencia, mejora nuestra salud y calidad de vida.
Después de tantos años de respirar incorrectamente, recuperar nuestra respiración natural, no sólo requiere que tomemos conciencia de esta necesidad, sino que asumamos la responsabilidad de regular y dirigir nuestra respiración conscientemente.

Se trata de comprometernos con nuestro derecho de experimentar el placer de respirar y sentir.

Una primera clave para ejercitar la respiración completa y equilibrada es darnos cuenta de cómo es nuestra respiración:

• Date un tiempo para llevar tu atención a tu respiración; cerrar los ojos te puede ayudar a interiorizar, a observarte por dentro. Fíjate en cómo respiras, qué parte de tu cuerpo se mueve al hacerlo; colocar una mano en tu vientre y la otra en tu pecho te puede ayudar a identificarlo más fácilmente. ¿Se mueven los dos por igual?, ¿hay alguna de las dos zonas en que casi no notas tu respiración?, ¿es tu respiración imperceptible?.

• Date cuenta de tu respiración en diferentes momentos de tu día; ¿es diferente al levantarte que al acostarte?, ¿cambia con las diferentes actividades que realizas, personas con las que interactúas, emociones que sientes, cosas que miras, etcétera?, ¿tiendes a retener el aire o a no tomarlo?

La mayoría de las veces el simple hecho de poner atención a nuestra respiración, de sentirla, hace que ésta se amplíe, sea más profunda. En el próximo artículo compartiremos más recursos para recuperar nuestra respiración natural.

Bibliografía

Bailey, M.. Artículo: “La respiración”. Instituto humanista de psicoterapia corporal.
Munné, A. La evidencia del cuerpo. Paidós
Sanz, F.. Psicoerotismo femenino y masculino. Editorial Cairos

miércoles, 10 de marzo de 2010

Portem la risoteràpia a altres centres

Volem compartir amb vosaltres que a partir de l´abril de 2010 l´Espleni farà tallers de risoteràpia al Centre Fem Cultura i al Centre Cívic Besòs amb els que podeu contactar si estiguèssiu interessats:

Fem cultura
Dimecres de 18.15 a 19.45 hs. Del 21 d´abril al 9 de juny
Inscripció oberta a partir del 3 de març
Marina 283 (metro Sagrada Familia)
Tel. 934 360 211

Centre Cívic Besòs
Dimarts de 20.00 a 21.30.
Rambla de Prim, 87-89 (Metro Maresme Forum i Besós Mar)
Tel.93 266 39 36

Centre de veïns de Selva de Mar
Divendres 17.30 a 19.00
Taller febrer-març: grup complet.
Proper curs al juny.

Si voleu més informació sobre els tallers de risoteràpia contacteu al telèfon 93 303 56 77 i al mòbil 695 71 88 32 amb Isolda Cárdenas Eguiluz.

miércoles, 3 de marzo de 2010

La relación cuerpo mente

En cuanto a la relación entre la cabeza y el cuerpo, se da con frecuencia una ruptura total:

Sentimos la rigidez del cuerpo, las restricciones que nos impone, hasta el malestar e incluso el sufrimiento. Sin embargo, nos resulta prácticamente imposible analizarnos y conocer las causas reales de ese malestar.

Negarse a tomar conciencia del propio cuerpo ¿no significa negarse a aceptar una responsabilidad mucho mayor de la que tenemos con nosotr@s mism@s?

La toma de conciencia del cuerpo constituye un trabajo preliminar para tomar conciencia de nosotr@s mism@s, de nuestras necesidades, sentimientos, deseos.

La inmovilidad constituye un gran obstáculo a la percepción del cuerpo y existen partes de nuestro cuerpo que no se han movido desde hace años. Cuanto mayor es el número de nuestras zonas inmóviles, menos vivos nos sentimos.

Las percepciones corporales sólo pueden desarrollarse mediante la actividad, pero no una actividad cualquiera. No la actividad mecánica, la repetición de un movimiento decenas de veces. El movimiento sólo nos revela si tomamos conciencia de la forma que se hace (o no se hace).

Una vez despierto, el cuerpo toma iniciativas, ya no se contenta con recibir, con padecer, con encajar. Al tomar conciencia de nuestro cuerpo, le concedemos una influencia sobre la vida, sobre nuestra vida.


(Texto adaptado de El cuerpo tiene sus razones de Thérese Bertherat)


Una abraçada.